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¡Disfruta de una pizza perfecta con una masa ligera y fácil de digerir! La clave está en permitir que la masa de tu pizza fermente y madure adecuadamente. Con la pizza de larga fermentación, necesitarás un poco de paciencia, pero el resultado vale la pena. Sin necesidad de equipos especiales o mezcladoras complicadas, conseguirás una masa suave y elástica simplemente con un poco de tiempo y unos buenos pliegues.

La magia sucede cuando la masa se eleva, se desarrolla y se transforma en una deliciosa pizza con un borde bien alveolado y crujiente en el punto justo. La clásica Margherita es un gran comienzo, pero las posibilidades son infinitas. ¿Por qué no pruebas una pizza al estilo romano, con mortadela y queso de búfala, o la clásica marinara? ¡Experimenta con diferentes combinaciones y descubre tu nueva pizza favorita!

Ingredientes para 2 pizzas

  • 265 g de sémola de trigo duro remolinada
  • 85 g de harina 00 (con W 230/260)
  • 215 g de agua
  • 6 g de levadura de cerveza fresca
  • 12 g de sal fina
  • 25 g de aceite de oliva virgen extra Para condimentar:
  • 400 g de puré de tomate
  • 250 g de mozzarella «fior di latte»
  • Aceite de oliva virgen extra al gusto
  • Sal fina al gusto
  • Orégano al gusto

Resumen

Aquí hay un resumen de los pasos necesarios para preparar pizzas de larga fermentación:

  1. Mezcle la sémola y la harina 00 en un tazón, agregue levadura fresca desmenuzada y agua a temperatura ambiente, amase a mano hasta obtener una mezcla homogénea.
  2. Agregue sal y aceite y amase por unos minutos más hasta que la mezcla se absorba completamente.
  3. Transfiera la masa a la superficie de trabajo y cúbrala con el tazón, deje reposar durante 15 minutos y luego retire el tazón.
  4. Realice un pliegue slap&fold para darle forma a la masa y haga una bola esférica. Transfiera la masa a un tazón, cúbrala con papel film y deje fermentar durante 2 horas a temperatura ambiente.
  5. Transfiera la masa al refrigerador durante 24 horas.
  6. Saque la masa del refrigerador, divídala por la mitad, haga dos bolas de masa y déjelas fermentar durante otras dos horas.
  7. Corte la mozzarella en rodajas y colóquelas en un colador para quitar el exceso de líquido. Condimente la salsa de tomate con sal, aceite y orégano.
  8. Caliente el horno en modo estático con una piedra refractaria en el estante inferior a una temperatura de 250°C.
  9. Extienda la masa en forma circular, agregue la salsa de tomate y la mozzarella.
  10. Cocine la pizza durante unos 10-15 minutos hasta que esté dorada y crujiente.

Siguiendo estos pasos, podrá preparar pizzas de larga fermentación deliciosas y auténticas en su propio hogar.

Preparacion Completa

¿Te encanta el sabor auténtico de las pizzas de hornos italianos? ¡Entonces tienes que probar la pizza de larga fermentación! Esta pizza no solo es deliciosa, sino que también es muy saludable. ¿Te gustaría aprender cómo prepararla? ¡Sigue leyendo para descubrir cómo hacerla!

El primer paso para preparar una pizza de larga fermentación es mezclar la sémola y la harina 00 en un tazón. Luego, desmenuza la levadura fresca y agrégala a la mezcla. Agrega agua a temperatura ambiente y comienza a amasar la masa a mano. Continúa amasando hasta que obtengas una mezcla homogénea. Después, agrega sal y aceite y sigue amasando por un par de minutos más hasta que la masa absorba completamente los ingredientes.

Una vez que la masa esté lista, transfiérela a la superficie de trabajo y cúbrela con el tazón. Espera 15 minutos y luego retira el tazón. En este punto, realiza un pliegue slap&fold: levanta la masa, golpéala suavemente sobre la superficie y estírala suavemente hacia adelante. Repite esta operación varias veces hasta que la masa quede suave y flexible. Haz una bola de la masa, girándola sobre la superficie para obtener una forma esférica.

Luego, transfiere la masa a un tazón, cúbrelo con papel film y deja fermentar durante 2 horas a temperatura ambiente. Después, transfiere la masa al refrigerador durante 24 horas. Una vez transcurrido este tiempo, saca la masa del refrigerador, voltea sobre una superficie y divide la masa por la mitad. Obtendrás dos porciones de aproximadamente 300 g cada una. Moldea las dos porciones de masa y haz una bola para obtener una forma esférica. Transfiérelas a una bandeja, cúbrelos con un paño y deja fermentar durante otras dos horas.

Mientras tanto, corta la mozzarella en rodajas y transfiérela a un colador colocado sobre un tazón para quitar el exceso de líquido. También condimenta la salsa de tomate con sal, aceite y orégano para potenciar su sabor.

Finalmente, coloca la piedra refractaria en el estante inferior del horno, enciéndelo en modo estático y caliéntalo hasta alcanzar una temperatura de 250 °C. Luego, coloca la pizza en la piedra refractaria y cocina durante unos minutos hasta que esté dorada y crujiente. ¡Disfruta de tus deliciosas pizzas de hornos caseras!

Como puedes ver, preparar una pizza de larga fermentación no es difícil. Solo necesitas un poco de tiempo y paciencia para obtener la masa perfecta. ¡Así que no esperes más y anímate a preparar tus propias pizzas de hornos italianas!